Síndrome del túnel carpiano

Síndrome del túnel carpiano

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Una común enfermedad ocupacional

El síndrome del túnel carpiano es una de las enfermedades más usuales en trabajos que desarrollan su actividad con esfuerzos y movimientos repetitivos en las manos.

Esta patología es una enfermedad ocupacional, así lo recoge el cuadro de enfermedades profesionales del sistema de la Seguridad Social.

Condiciones y síntomas

El túnel carpiano es el espacio estrecho que hay entre los huesos de la palma de la mano por donde pasan vasos sanguíneos, nervios y tendones flexores de los dedos. Cuando se inflama algún tendón, el espacio del túnel carpiano se ve reducido pudiendo comprimir los nervios que pasan por ahí.

El síndrome del túnel carpiano ocurre cuando el nervio mediano, que es el que comunica las áreas desde el pulgar hasta el dedo anular, queda comprimido.

Esta dolencia es más común en las mujeres porque anatómicamente la estructura y el diámetro de la muñeca femenina es menor, por lo que el túnel carpiano también es más estrecho. Además, las condiciones hormonales que sufren las mujeres, como el embarazo, son más propensas a generar la inflamación de los tejidos.

Los síntomas de esta neuropatía son progresivos. En un principio, aparece hormigueo, molestias y adormecimiento. Los indicios van y vienen, siendo más usuales al final del día. En ocasiones, los pacientes no le dan importancia.

Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad el dolor se hace más intenso, tanto en la noche como en el día, llegando a impedir conciliar el sueño.

Otros síntomas que pueden aparecer con el síndrome del túnel carpiano son la alteración del tacto en la punta de los dedos, debilidad de la musculatura, disminución de fuerza, dolor ascendente hacia antebrazo, brazo y hombro.

Causas laborales del síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es consecuencia de la combinación de diversos factores. Muchos de estos pueden ocurrir en el ámbito laboral, en actividades en las que las manos realicen movimientos repetitivos o posturas forzadas.

Cuando la muñeca se posiciona de manera antinatural, por ejemplo, en ángulo recto con el antebrazo, o hacer fuerza con los dedos pueden causar la inflamación de los tendones que opriman al nervio mediano. También apoyar la parte interna de la muñeca en superficies duras o puntiagudas, y los movimientos repetitivos constantes pueden desarrollar síndrome del túnel metacarpiano.

Pautas para la prevención

Sufrir esta dolencia sin poner remedio agrava sus síntomas llegando a incapacitar al trabajador. Tanto la empresa como la persona deben tener en cuenta los métodos para evitar que esto pase. De lo contrario, el trabajador se tendría que someter a una intervención quirúrgica y a una posterior rehabilitación para volver a recuperar la fuerza y la sensibilidad previa. Esto acarrea largas bajas laborales reduciendo la productividad y aumentando los gastos de gestión y de personal para la empresa.

Las condiciones ergonómicas del puesto de trabajo juegan un papel muy importante en la prevención del síndrome del túnel carpiano.

Es importante mantener una correcta higiene postural para que las posiciones de las manos y las muñecas no se vean forzadas. Para ello también se deben controlar las alturas o alineaciones de los instrumentos de trabajo y procurar que se apoye el antebrazo en lugar de las muñecas.

Por otro lado, tener en cuenta la intensidad de la fuerza, así como los tiempos de exposición y los tiempos de descanso son imprescindibles para que los nervios y los tendones puedan descansar y reposar para recuperarse después de la actividad. Para las actividades con movimientos repetitivos se aconseja seguir la “regla del 5 a 1”: por cada 50 minutos de actividad, 10 minutos para la recuperación muscular.

También es importante que las herramientas que utilicen los trabajadores tengan una empuñadura que permitan sujetarla con comodidad permitiendo que manos y antebrazos estén alineados.

 

El síndrome del túnel carpiano es una enfermedad laboral muy común que afecta principalmente a las mujeres trabajadoras, pero que se puede prevenir sencillamente con pautas de ergonomía. Estas ayudarán a evitar las bajas laborales por la enfermedad, sin comprometer la productividad y la actividad de la empresa, así como la salud de los trabajadores.