Ropa laboral de protección al frío

Ropa protección frío

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El descenso del termómetro ha llegado para quedarse este otoño y próximo invierno. En la época más fría del año es imprescindible protegerse de las bajas temperaturas.

Las personas que más sufren las inclemencias del tiempo son los trabajadores que realizan sus tareas en el exterior, y son los primeros que deben abrigarse para evitar sufrir las consecuencias del frío.

El frío puede afectar gravemente al ser humano si se expone a bajas temperaturas durante un tiempo prolongado y sin la suficiente protección. Consecuencias como la hipotermia o la congelación de los miembros son las más comunes.

Daños provocados por frío

Hipotermia

Se podría decir que la hipotermia es lo contrario de la hipertermia o fiebre. Este trastorno ocurre cuando la temperatura corporal, que en condiciones normales ronda los 37ºC, se sitúa por debajo de los 35ºC. El descenso de la temperatura desencadena el mal funcionamiento de los órganos como el corazón o el sistema respiratorio; si no se trata con urgencia, puede llegar a provocar la muerte del paciente.

Congelación

Por otro lado, el frío también puede producir la congelación de algunos miembros como los dedos de manos y pies, las mejillas o las orejas. Normalmente, comienza afectando a la piel, pero puede penetrar más hacia tejidos, músculos y huesos si no se trata debidamente.

Las fases de la congelación se manifiestan a través de la piel con cambios de color. En un primer momento, la lesión traumática superficial, la más leve, se manifiesta con un color rojizo de la piel, cuyas consecuencias pueden curarse con cuidados de primeros auxilios. En esta etapa, se notará la piel fría y cosquilleo. Sin embargo, con el congelamiento superficial, la piel se vuelve pálida y se nota caliente, incluso podrían aparecer ampollas cuando se calienta de nuevo la piel.

Pero las consecuencias más graves se manifiestan con el congelamiento profundo, una fase en la que el frío penetra en músculos y articulaciones evitando el correcto funcionamiento y movimiento de estos, lo que podría provocar otros accidentes en el entorno laboral. Por otro lado, aparecen ampollas más grandes cuando se calienta la piel, y después se vuelve negra y dura, señal de que el tejido se muere.

 

Vestuario de protección al frío

En caso de presentarse algunos de estos síntomas, se debe acudir inmediatamente a un especialista médico para tratar la temperatura corporal y las quemaduras por el frío. Sin embargo, estas consecuencias se pueden evitar con la protección adecuada.

La ropa para exponerse al frío podría diferenciarse en tres: primera capa, segunda capa y tercera capa.

Las prendas primera capa son las que están más pegadas a la piel. Es la llamada ropa térmica y su función principal es mantener el calor corporal mientras expulsa la humedad del sudor al exterior para que el cuerpo se mantenga seco, característica esencial para la protección al frío. La camiseta térmica Helly Hansen Lifa es una de estas prendas primera capa; es de lana merino, por lo que está pensada para actividades estáticas o en ambientes muy fríos para mantener mejor el calor corporal.

Las prendas de segunda capa serían aquellas cuya función es aportar calor, como los forros polares, jerséis o softshells.

La tercera capa es una de las más importantes: la ropa de protección al frío es una medida para mantener la temperatura corporal y proteger ante la humedad o el viento que incrementan la sensación de frío.

Las prendas de protección contra el frío se clasifican en tres categorías diferentes según el nivel de protección. La Categoría I es para temperaturas superiores a -5ºC, la Categoría II para temperaturas entre -5ºC y -50ºC, y la Categoría III para temperaturas inferiores a -50ºC.

A partir de esa clasificación, el vestuario de protección al frío se regula con diferentes normativas. La norma EN14058 regula la ropa de protección para ambientes no excesivamente fríos, es decir, la Categoría I, como la parka GISS G-Ripstop 4 en 1: es parka, cortavientos, chaqueta polar y chaleco polar. Mientras que la norma EN342 es para la ropa de protección en ambientes especialmente fríos, por lo que incluye la ropa de Categoría II y III, como la parka de Portwest S461 de categoría II, impermeable y de alta visibilidad.

Aunque es importante proteger el tronco para mantener la temperatura corporal, hay que tener en cuenta que las extremidades son las primeras que se enfrían y por donde se escapa el calor del cuerpo. Por esa razón se recomienda llevar gorros, como el GISS G-Polar con tejido Thinsulate , calcetines térmicos o guantes.

Estos últimos, son especialmente necesarios porque con las manos se manipulan objetos y herramientas de trabajo, por lo que sufren más las condiciones climáticas. En este caso, la normativa que regula los guantes de protección al frío es la EN511, que certifica guantes antifrío como los Honeywell NF11HD.

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Customización de la ropa laboral de protección al frío

En Rubix somos especialistas en vestuario laboral y uno de los servicios que ofrecemos es la customización de las prendas, también para la ropa de protección al frío.

Gracias al taller de confección propio podemos serigrafiar, estampar y bordar las prendas con la imagen corporativa de cada cliente. De esta manera, los trabajadores podrán identificarse como personal de la empresa y la imagen de esta recibirá muchos más impactos para ser recordada.

 

Consulta este y otros servicios del vestuario laboral en nuestra herramienta Selector de Seguridad Rubix.