¿Te preocupa la calidad del aire que respiras?

Tras el paso de COVID-19 por nuestras vidas, aumenta la importancia de proteger las vías respiratorias para evitar el contagio. Los equipos de protección respiratoria como las mascarillas se han convertido en un imprescindible en el día a día.

Sin embargo, aún con medidas como mascarillas, gel hidroalcohólico o la distancia de seguridad, el riesgo de contagio sigue existiendo, sobre todo en espacios cerrados.

En estas circunstancias, también preocupa la calidad del aire que respiramos, pues la ventilación juega un papel muy importante en la concentración de virus como COVID-19, pero también de otras sustancias nocivas para la salud.

Ventilación en espacios cerrados

En lugares cerrados es imprescindible una correcta ventilación para evitar la concentración de partículas peligrosas para la salud y mejorar la calidad del aire.

Con solo respirar, una persona infectada de COVID-19 puede generar suficientes partículas para contagiar a una persona sana. Contra más tiempo de exposición, más partículas se desprenden y se concentran siendo potenciales de contagiar.

Con una correcta ventilación, las partículas se disipan disminuyendo la nocividad.

Sin embargo, no siempre es posible la ventilación natural según la estructura del edificio, la temperatura o las corrientes. Por eso, y sobre todo en circunstancias COVID-19, existen y han proliferado diferentes soluciones de limpieza de aire.

Los tratamientos con ozono son peligrosos para la salud y no pueden llevarse a cabo en locales con personas. Aunque contiene propiedades desinfectantes, no está demostrada la eficacia ante SARS-CoV-2.

Por otro lado, existen sistemas de radiación corta UV-C con luz ultravioleta que reduce patógenos y es eficaz contra SARS-CoV y MERS-Co-V; sin embargo, no se recomienda para desinfectar la piel o en espacios domésticos por su posible generación de ozono.

Los sistemas de filtración más recomendados son las unidades portátiles con filtros de alta eficiencia HEPA, como los que adapta Winix.

Winix y tecnología PlasmaWave®

Los purificadores de aire de Winix mejoran la calidad del aire en espacios interiores reduciendo virus y bacterias. Cuentan con las certificaciones europeas que acreditan su validez.

Estos purificadores tienen 4 pasos de filtración. El primero de ellos es el prefiltro lavable que captura partículas de polvo o pelusa, para frenar el impacto más grueso y asegurar la durabilidad de los otros filtros. El segundo filtro es de carbón, utilizado para filtrar partículas orgánicas y reducir olores.

El tercer filtro y el más potente es el True HEPA, que elimina el 99,97% de las partículas de polvo en el aire, incluso aerosoles. Este es el filtro más importante gracias a su capacidad para filtrar partículas muy pequeñas, como bacterias, virus, polen, contaminación, humo o moho. Se trata de uno de los filtros más utilizados para la filtración del aire en hogares, escuelas y lugares de trabajos.

Tecnología PlasmaWave®

Considerado el cuarto filtro, la tecnología PlasmaWave® crea hidroxilos para neutralizar las bacterias y los virus sin producir ozono dañino.

Se crea una descarga eléctrica corta y segura que produce iones de polaridad doble. Estos iones eliminan el hidrógeno de las estructuras moleculares de los contaminantes del aire, como bacterias o virus, mejorando la calidad del aire de manera que sea más limpio y fresco.

Los purificadores de aire Winix son portátiles y fáciles de adaptar a cualquier espacio. Garantizan la limpieza del aire con una filtración de más del 99% gracias a los filtros HEPA y a su tecnología PlasmaWave®.

Contacta con nuestros especialistas para conocer la solución que mejor se adapte a tu espacio de trabajo para mejorar la calidad del aire en espacios cerrados y reducir la posibilidad de contagio por COVID-19.